Hace poco vi Héroes, una película de Pau Freixas sobre la que escribí en El Sensor (de EPC) pero desde la parte más técnica. Para los que vivimos el final de la infancia y el principio de la adolescencia entre finales de los 70 y principios de los 80 es una película de esas que te remueven emocionalmente -aunque el final no me termine de convencer-. Y si además teníamos un pueblo al que ir a veranear, aunque no fuera en la costa como es el caso de los protagonistas, te identificas más aún. Luego están los detalles geniales que te hacen sonreir. Ya al principio de la película vemos el reloj-calculadora de uno de los chavales. Qué fuerte aquellos Casio. Y las bicicletas BH o las Orbea, las calcomanías, los bollitos tipo pantera rosa, los radiocassetes... Y tampoco podía faltar el momento "primer beso" y esa sensación dejémoslo en rara... Un montón de guiños que cada cual va descubriendo en la película según sus prioridades en esto del misterioso mundo de los recuerdos.
Era esa época en la que creíamos que todo era posible. Todo se vivía a lo grande. Todo era descubrir. Yo apuesto por seguir viviendo así, inventando aventuras a lo grande y si nos dejan, lanzándonos a vivirlas cual héroes y heroínas que se enfrentan por primera vez a un reto. A esto hay que ponerle música. De entre las canciones de la banda sonora de Héroes, me quedo con Big in Japan de nada más ni menos que Alphaville! Al escucharla me dan ganas de coger la BH y salir a rodar a toda velocidad mientras planeo una gran aventura.