Mi hermano tuvo la genial idea hace unas semanas de conseguir entradas para la family para ver a Miguel Poveda en el Teatro Español de Madrid con sus Coplas del querer. Es el mejor regalo que me han hecho este año. Han sido dos horas intensas que me han despertado un montón de sensaciones minuto a minuto. En una primera parte se ha puesto más el acento en las influencias jazz y en la segunda, en el flamenco.
La voz de Miguel Poveda cantando coplas me ha transmitido muchas cosas que no sé explicar con palabras. En algún momento se me ha caído el lagrimón. Y los músicos también, en especial, el piano de Joan Albert Amargós, el violín de Olvido Lanza y por supuesto, la guitarra de Juan Gómez "Chicuelo". Pero todos, todos los músicos, trompeta, contrabajo, percusiones... y la enorme fuerza de los palmeros. Un momento fuerte ha sido cuando ha cantado Mis tres puñaladas. Poveda "se ha salido". También me ha gustado mucho su versión de Embrujao por tu querer. Así me he quedado yo, embrujada con sus coplas. Un espectáculo para ver y sentir "en carne viva" más que para contar.
