En 2005 compré un libro de esos que disfrutas de la primera a la última página. En apariencia, un libro de publicidad escrito por uno de los grandes, Kevin Roberts (Saatchi & Saatchi). Y digo en apariencia porque era, y es -resiste al paso de los años como todos los buenos libros- mucho más que un libro de experiencia profesional. Lovemarks es un tratado del amor que va más allá de las marcas y la empresa. Un tratado para aplicar a la vida.
Y siendo idealista como soy, lo primero que me llamó la atención fue el texto de la contraportada:
"El idealismo del Amor es el nuevo realismo de la empresa. Forjando Respeto e inspirando Amor, la empresa puede cambiar el mundo".
Lovemarks/ Kevin Roberts, 2004Me sentí tan identificada... Creía y creo en que los valores que tienen las personas son los que hacen que una empresa o institución sea diferente y esté comprometida con la sociedad. Son las personas con valores las que mueven el mundo. Sí, tendré una visión utópica. Pero es que la utopía es el primer paso para avanzar, partir de la situación ideal y por el camino ir consiguiendo cambios. Sin una visión utópica no llegaríamos a ningún sitio mejor.