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miércoles, 8 de diciembre de 2010

Héroes

Hace poco vi Héroes, una película de Pau Freixas sobre la que escribí en El Sensor (de EPC) pero desde la parte más técnica. Para los que vivimos el final de la infancia y el principio de la adolescencia entre finales de los 70 y principios de los 80 es una película de esas que te remueven emocionalmente -aunque el final no me termine de convencer-. Y si además teníamos un pueblo al que ir a veranear, aunque no fuera en la costa como es el caso de los protagonistas, te identificas más aún. Luego están los detalles geniales que te hacen sonreir. Ya al principio de la película vemos el reloj-calculadora de uno de los chavales. Qué fuerte aquellos Casio. Y las bicicletas BH o las Orbea, las calcomanías, los bollitos tipo pantera rosa, los radiocassetes... Y tampoco podía faltar el momento "primer beso" y esa sensación dejémoslo en rara... Un montón de guiños que cada cual va descubriendo en la película según sus prioridades en esto del misterioso mundo de los recuerdos.

Era esa época en la que creíamos que todo era posible. Todo se vivía a lo grande. Todo era descubrir. Yo apuesto por seguir viviendo así, inventando aventuras a lo grande y si nos dejan, lanzándonos a vivirlas cual héroes y heroínas que se enfrentan por primera vez a un reto. A esto hay que ponerle música. De entre las canciones de la banda sonora de Héroes, me quedo con Big in Japan de nada más ni menos que Alphaville! Al escucharla me dan ganas de coger la BH y salir a rodar a toda velocidad mientras planeo una gran aventura.

jueves, 15 de abril de 2010

criticando y aprendiendo

Como estos últimos meses estoy adentrándome en el mundo de las bibliotecas y los archivos, me apetecía mucho ver de cerca manuscritos como el Beato de Liébana (s.X) -Comentario del Apocalipsis- o incunables como el Catholicon de Johannes Balbus (diccionario latino impreso en Maguncia en 1460). Así que hace un par de semanas fui a la Biblioteca Nacional (BNE) a ver Europa en Papel. La exposición me gustó mucho pero me quedé un poco "cegata" porque las fichas explicativas tenían un texto pequeño al que no ayudaba nada la iluminación elegida, que era bonita y cálida, todo hay que decirlo, pero bastante escasa para una exposición basada en el papel y los textos mayoritariamente.

Con esta obsesión mía por la accesibilidad -una obsesión que considero justificada cien por cien-, se me ocurrió, aprovechando que uno se puede comunicar con la BNE por facebook, transmitirles esta pequeña crítica sobre la iluminación teniendo en cuenta lo pequeños que eran los textos. Y me alegro de haberlo hecho porque he aprendido algo en lo que no había caído. La respuesta de la BNE ha sido (además de agradecer los comentarios):

"Respecto a la baja iluminación, esto se debe a que por motivos de conservación la luz ha de mantenerse por debajo del umbral de los 50 luxes. La luz provoca en los documentos alteraciones fisicoquímicas, entre ellas la decoloración de las tintas. Sus efectos son acumulativos y tanto mayores cuanto mayor es la intensidad lumínica a la que se sometan las obras".

Es de agradecer que la BNE lo explique porque ahora entiendo que está justificada la ambientación tenue que le han dado a la exposición. Aun comprendiendo esto, sigo manteniendo mi crítica "constructiva" planteándola ahora al revés. Ya que tenían previsto contar con poca iluminación, deberían haber previsto también unas cartelas con un cuerpo de texto más grande. En todo caso, viendo que escuchan y atienden los comentarios, confío en que han tomado nota para la próxima vez.

Por descontado, aparte de esto, Europa en papel me resultó entretenida y muy didáctica. La exposición reúne más de cien piezas entre manuscritos, documentos, libros, periódicos, mapas, planos, dibujos, grabados, estampas, fotografías... que sirven de testimonio para ir contando la historia de Europa desde la época clásica hasta hoy. La exposición estará en la Sala Hipóstila de la Biblioteca Nacional hasta primeros de junio. En el folleto pdf. de la exposición hay más detalles.

sábado, 13 de marzo de 2010

Ya no sé qué hacer conmigo

Descubrí El cuarteto de nos por casualidad. Porque alguien tenía un videoclip de esta banda uruguaya en su muro del facebook, y el título Ya no sé qué hacer conmigo me llamó la atención. Será por eso de que yo normalmente no sé qué hacer conmigo. El hecho es que la letra de la canción me parece brillante y el videoclip también. En especial, cómo juegan con el lenguaje, con las palabras, tipográficamente. Despliegue total de creatividad con sentido del humor existencialista. Qué hacer con uno mismo cuando ya estás de vuelta de un montón de cosas. La canción forma parte del album Raro y el videoclip está realizado por Milagrito Films en 2007.

domingo, 14 de febrero de 2010

Yo hago el amor con las mentes

Hay algunas películas de las que -supongo que como a todos-, se me quedan mensajes especialmente grabados en la mente, y que no se borran incluso aunque pasen muchos años. Memoria selectiva, dicen. Con Martín Hache, película dirigida por Adolfo Aristarain, me pasa eso. La ví hace más de diez años y hay algo que sigo recordando... las palabras de Dante, que interpreta Eusebio Poncela.